jueves, 21 de febrero de 2008

Reflexiones desde el margen derecho de cualquier carretera

Voy a proponeros un juego, una actividad estimulante con moraleja. El juego se puede hacer mientras paseas, andas con la bici o mientras miras por la ventana. Sitúate cerca de una carretera transitada y atiende a la circulación, mira coche por coche e intenta llevar la cuenta de cuantos consideras realmente necesarios. Para aclarar la diversión del juego pondré el ejemplo de cómo juego yo.

A diario me toca esperar unos cinco minutos un semáforo para pasar una calle siempre llena de coches. Durante ese rato voy mirando el contenido de cada vehículo. Al cabo de un rato considero haber visto suficiente y poder concluir que de todo el volumen de autos que han pasado berreando por delante mio, cerca de un 30% son vehículos de empresas(furgonetas, camiones…), un par de autobuses y coches particulares con niños o al menos con dos personas dentro. Sí, el resto, cerca de un 70% de todos los coches que pueden pasar por 3 carriles, en 5 minutos, a las 14 horas, son coches particulares en los que solo va el conductor. Aquí empieza lo divertido, una vez hechas las estimaciones con respecto al tráfico toca reflexionar sobre ellas. Sí, lo divertido del juego es reflexionar, pensar. ¿Que no lo es? ¿Quién dice que pensar no es divertido? Bah, a quién no le divierta pensar es que no ha pensado nunca.

A partir de ahí pueden pensar en lo que quieran, pero por no dejar el ejemplo anterior voy a seguir con lo que a mi se me pasa por la cabeza:

“¿En qué momento paso esto?¿cuando el coche se volvió contra nosotros?¿cuando dejó de ser una herramienta?¿merece la pena tanto muerto, tanto gasto, tanto riesgo…? Yo entiendo que en una zona rural, para viajes grandes, sea necesario tener un transporte algo rápido y cómodo que te permita moverte, eso puedo entenderlo. Además, yo no voy a ser nadie para decirle a alguien que vive a 15 kilometros de su trabajo como tiene que ir…lo que me parece harto absurdo es la cantidad de gente incapaz de dejar el coche quieto o usarlo solo para lo necesario. La de gente que hay incapaz de moverse de otra manera. Y no estoy exagerando y lo se, pues está dentro de la mentalidad de mucha gente. Cuando salen a la calle y les molesta tener que esperar al semáforo, al autobús por culpa de un atasco de coches, les molestan los pitidos y los olores en vez de pensar en el porque de todo estoy y como acabar con ello, piensan en lo cómodo que se va dentro, con la radio alta y las ventanillas bajadas. Como en la tele. Tal vez ese sea el problema. La sociedad del “¿te gusta conducir?” no es capaz de verse afectada por un problema que al año deja entre 4000 y 6000 muertos más que en 40 años ha dejado la pandilla de terroristas protagonista de todos los telediarios. Hay 130000 afectados por accidentes de tráfico al año en este estado ¿Qué pasa?¿tan necesario es que merecen la pena 6000 sacrificios humanos al año?

La respuesta es siempre la misma, endurecer las penas, las multas, bajar la velocidad, ponerse el cinturón…dentro de poco obligarán a ir con casco en el coche y listo. Nunca solucionarán el problema con multas porque es el problema es el concepto de coche. El coche es una herramienta, un útil. Si se le convierte en un juguete, se le tratará como tal y la gente jugará a conducir. Es como si un objeto tan normal como un teléfono se convirtiese en un objeto de consumo con accesorios y modelos que compiten entre sí, cuando no deja de ser más que un teléfono. Y la gente se regale teléfonos en las fiestas, y presuma de teléfono como distinción de clase y poder económico….Vaya, que ejemplo más malo que he ido a poner, pero creo que valdrá.

En fin…yo seguiré yendo en bici y a pie, pues me siento orgulloso de haber nacido bípedo, e intentaré como hago ruralizar la ciudad como mejor síntoma de progreso. Si he de intervenir en la historia, este será mi frente….”

Y a partir de ahí mi mente se diluye en otros campos no incumbentes al juego que vengo a plantear. Para mí el juego acaba ahí, y la moraleja la intento expresar en este blog de peatones.

En los comentarios espero veros a todos, ¡que se que habéis entrado!